Esta taza esmaltada fue uno de los más de 12 mil piezas de utensilios de cocina que los nazis le
robaron a las personas que fueron enviadas al campo de concentración ubicado en el sur de la Polonia ocupada.
Muchas de las víctimas de los campos trataban de esconder sus posesiones de valor lo que, según dice Cywinski, demostraba que muchas familias judías sabían que serían saqueados durante la deportación. Aunque también es muy impactante pensar que muchos no tenían idea a lo que se enfrentarían en lugares como Auschwitz.
Gracias a los rayos X, se reveló que el falso fondo de una taza escondía joyas muy valiosas que llevaban 70 años escondidas.
La taza fue examinada como parte de una rutina del museo polaco por lo que el descubrimiento sorprendió a todos los científicos. El tesoro era un collar de oro y plata envuelto en una tela y un anillo de oro que aún conservaba algunas piedras preciosas.
En el museo señalaron que, a pesar de que cada descubrimiento es cuidadosamente documentado, es casi imposible conectar el objeto a su ex dueño por la falta de datos. Sin embargo las joyas serán parte de la colección del museo y serán una prueba de cómo las personas escondieron sus objetos durante la deportación.
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