Los invitó el Papa Francisco. En octubre del año pasado
viajaron al Vaticano, lo visitaron en Santa Marta y escucharon de su
boca una frase que no olvidarán jamás: "Lo importante es no permanecer
caído". Los presos y ex convictos que integran el equipo de rugby Los
Espartanos siguen batallando
. Pero dicen que la pelea es contra ellos
mismos. Dentro y fuera de la cancha. Su historia cambió la suerte de un
sector de la Unidad Penitenciaria N°48 de San Martín, considerada como
una de las prisiones más peligrosas del país. Más precisamente, del
Pabellón 8, que mutó de uno de los más violentos al más tranquilo por
obra y gracia del deporte.
La historia se remonta al 2009 y tiene un protagonista, el abogado y ex medio scrum del SIC Eduardo "Coco" Oderigo,
hoy DT de Los Espartanos. "Yo trabajé en Tribunales 15 años, así que
traté con personas detenidas. Después dejé de ejercer la profesión y no
traté más con ellos. Pero un amigo me insistía en que quería conocer una
cárcel. Tanto me insistió que lo acompañé. Vimos la realidad de la
cárcel, pero no como la veía yo en Tribunales, de a una persona, sino de
a 20 o 30. Ahí se me ocurrió la idea de hacer algún deporte. El que yo
conocía era el rugby, así que pocos días después volví solo y le ofrecí
al director enseñarles a jugar al rugby. Primero eran 10, después
veintipico. Hoy por hoy siempre juegan 30 ó 40 internos todos los
martes", recordó Oderigo en diálogo con el sitio Voces por la Justicia.
El porcentaje de reincidencia de los presos que juegan al rugby en 18 cárceles bonaerense cae del 65 al 1 por ciento.
¿De dónde viene el nombre? "Uno de los primeros jugadores veía todas las noches la película 300. En seguida se dio 'manija' y dijo: 'Somos Los Espartanos'. A partir del segundo entrenamiento quedó el nombre", contó Oderigo.
Los
frutos no tardaron en hacerse notar. "El deporte en sí sólo lograba que
el grado de violencia que tenían bajase muchísimo, porque canalizaban
esa violencia de manera lícita. Con el tiempo nos dimos cuenta que el
deporte y el rezo del Rosario hacía que cuando salieran a la calle no
reincidiesen", evaluó Oderigo. "No pretendemos mucho más. Ya depende de
ellos el cambio que quieran hacer. La gente que van conociendo (a través
de Los Espartanos) se anima a darles trabajo. Hoy por hoy hay más de
diez empresas que les están dando trabajo a Los Espartanos. Se animaron a
darles la oportunidad", agregó.
Las cifras que respaldan su
análisis son contundentes: el porcentaje de reincidencia de los presos
que juegan al rugby en 18 cárceles bonaerense cayó del 65% al 1 por
ciento.
El proyecto fue respaldado
por el Ministerio de Justicia. Hoy se lo utiliza como un instrumento
más para avanzar en la reincorporación de los presos. "Los Espartanos
tiende a dotar de herramientas a los internos para que tengan una mejor
inserción en la sociedad cuando recuperen la libertad", reconoció el
secretario de la cartera, Santiago Otamendi."A partir de la práctica de clínicas que se van dando en los 35 centros penitenciarios, nuestra idea es ir recorriendo el país y comprometer a los clubes de rugby y la sociedad civil en su conjunto para que puedan ir una o dos veces a estos centros penitenciarios para generar una herramienta adicional para la reinserción en la vida en sociedad", dijo.El mensaje del papa Francisco a Los Espartanos
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