NUEVA YORK (The New York Times).- Muchos comerciantes
ven su vida desarrollarse en cámara lenta cuando procesan las tarjetas
de crédito: para combatir las transacciones fraudulentas, la industria
minorista está dejando atrás la tradicional banda metálica en favor de
chips de computación incrustados en las tarjetas. Y con este medio de
pago, las transacciones parecen ser más lentas.
La tecnología del
chip, conocida como EMV (por Europay, MasterCard y Visa) existe desde
hace décadas en Europa. Pero en octubre pasado, en EE.UU. los bancos
hicieron responsables a los comerciantes de los riesgos con compras
hechas con tarjetas de crédito falsificadas. Y eso obligó a muchos a
actualizar sus equipos para leer chips, que tienen mejor seguridad que
la banda magnética. Para fin de este año, alrededor de 80% de las
tarjetas de crédito deberían incluir chips, según un informe de la
compañía de prevención de fraudes Iovation y la firma de estudios de
mercado Aite Group.
En
el caso de las tarjetas con chip, para la mayoría de las transacciones
hay que meter el plástico en una ranura y esperar a que se apruebe la
transacción para sacarla y firmar el recibo. Los pagos móviles, en
tanto, podrían ser una alternativa más rápida. Algunas de las compañías
tecnológicas más grandes -Apple, Google y Samsung Electronics- han
lanzado tecnologías de billetera móvil en los últimos dos años, aunque
es un producto de nicho. En Estados Unidos solo 0,2 % de las ventas en
tiendas se hicieron con teléfonos durante 2015, según una encuesta de la
firma eMarketer.
Al probar las tarjetas con chip y cada uno de
los servicios de pagos móviles en tres tiendas diferentes: Walgreens,
BevMo y Nancy Boy (un pequeño comercio en San Francisco) resultó que las
billeteras móviles por lo general resultaron mucho más rápidas que las
tarjetas con chip: las transacciones pueden tardar menos de tres
segundos, contra 8 o 10 segundos de la tarjeta con chip.
¿Qué
pasa con la tarjeta? Cuando uno la inserta en la ranura, el chip genera
un código por única vez que se envía al banco por una red. El banco
confirma el código y envía la verificación de regreso a la terminal. Con
las billeteras móviles sucede básicamente lo mismo. Generan una señal
que es aprobada por los bancos.
Stephanie Ericksen, ejecutiva de
Visa que trabaja en soluciones de seguridad para nuevas tecnologías de
pago, dice que la lentitud del chip es en gran medida solo una cuestión
de percepción. El tiempo de transacción para el pago móvil y el pago con
tarjeta con chip es en lo esencial el mismo y la diferencia está en la
espera con la tarjeta en la ranura. Visa está respondiendo a esa
percepción con Quick Chip. Es básicamente una actualización de software
que permitirá a las terminales indicar al cliente que introduzca la
tarjeta y la retire inmediatamente. Mientras tanto, las billeteras
móviles tratan de ajustarse para dejar de ser de nicho.
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