Los médicos no saben a qué puede deberse este aumento desmesurado de peso, ya que no pueden realizarle analíticas por la piel tan sensible que tiene. Sus padres temen por la salud de Chahat,
aunque no han reducido su alimentación.
Explican que la pequeña nunca se sacia, y si no le dan de comer se pone a llorar. "No come como una niña normal",
afirma Reena Kumar, madre de la pequeña al diario británico The Sun.
"Come como una niña de diez años", afirma la familia, que niega ser responsable del peso de Chahar. "Es Dios quien le dio esta condición, no es nuestra culpa", afirman.
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