EL CLIMA

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sábado, 26 de marzo de 2016

Los que alguna vez marcaron el ritmo de la noche

Locales bailables como Itá, Yamó, Jesús López, Jet, Rimini, Lokos, Tupak o C. Gardel fueron algunos de los que en distintas épocas

La noche es sin dudas un mundo diferente, donde la luna se junta con el sol. En Necochea la movida nocturna tuvo a distintos referentes en las diferentes épocas que marcaban el rumbo, eran quienes acaparaban la mayor atención de la juventud, como también de treintañeros y cuarentones, y se llenaban los locales de diversión. Algunos por el carisma de sus propietarios o encargados, otros por lo atractivo
o espacioso del lugar, lo cierto es que cada boliche en Necochea tenía su público y a su vez tenía su encanto.
No eran pocos los locales bailables o discotecas que durante muchos años hubieron en la Villa Díaz Vélez. Algunos que salían a "comerse la noche”, optaban por realizar una recorrida por diferentes lugares a lo largo de una misma velada. Había quienes lo hacían porque disponían de efectivo para abonar la entrada, otros porque tenían conocidos en la puerta que los dejaban pasar, pero también había muchos que eran habitués de un solo lugar y concurrían sólo al boliche de su preferencia.
Los "popes” de la noche
También estaban los "personajes” de la noche, que podían ser los propietarios o encargados de los boliches, los discjockey, los que atendían la barra o quienes estaban en la puerta, quienes eran los que tenían la mayor convocatoria.
Entre estos "popes” podemos mencionar al matrimonio de Oscar y Beatriz Perazzo, creadores y propietarios de Itá, un coqueto reducto construido de piedra que fue referente de la noche por 30 años. También tuvieron durante varios años la concesión de la Boite del Casino, siendo sin dudas referentes de la noche por mucho tiempo, con notables organizaciones de fiestas.
También recordamos a Ricardo Peláez, propietario de Loko’s, o José Luis Leandro. También Alberto Benavente, encargado de Yamó; los hermanos Di Salvo, propietarios de Rimini o Sergio Feriozzi, propietario de C. Gardel; como también otros encargados de discotecas que por varios años estuvieron al frente de los locales, como Roberto Llamas ("El Pelado”) en Itá o "Tito” Volpe en C. Gardel.

Todos a bailar
Dentro del "mundo de la noche”, un párrafo aparte para un rubro muy especial, como el de los discjockey que marcaron épocas, como Nery Díaz, Germán Moras, Mario Gramigna, "Chocha” Calzada, "Laucha” Bassi, "Sandro” Gallinotti, entre otros, que eran quienes mantenían el boliche bien arriba.
Varios reductos bailables han marcado las distintas épocas, muchos de ellos han sido contemporáneos, pero todos tenían su encanto, su público. Hoy, con el paso de los años, algunos de esos reductos mantienen la fisonomía de locales bailables, en tanto que otros o ya no existen o con el tiempo fueron reformados para convertirse en restaurantes, confiterías o locales de esparcimiento para niños y adolescentes. Lugares como Jesús López (avenida 79 esquina 8), La Ñusta (en 77 y 6), Tupak (85 casi 4), luego El Sótano; Jet (en el primer piso del edificio Royal), Fortacho’s (en calle 22 entre 83 y 85), Rimini, en 81 entre 4 y 6, Itá (4 casi 75), Loko’s (79 casi 2), luego C. Gardel; Status, en 4 entre 83 y 85 y luego Four Street; Yamó (85 entre 6 y 8), Mostaza (85 entre 4 y 4 bis), Down Street (85 entre 2 y 4), el Parador Wayne, el primero en ubicarse en la arena; luego llegaría La Frontera, Casting (87 entre 4 y 6) o Möllier (luego de Itá) fueron algunos de los reductos que marcaron épocas en la noche de Necochea y aún hoy son recordados por quienes los visitaron.
Todos los boliches nucleaban a mucha gente durante los fines de semana (abrían viernes, sábados y domingos), mientras que durante el verano lo hacían todas las noches. 

El clásico boliche
Lugares con pista para bailar, algunos con dos, de acuerdo al tamaño del lugar, y los clásicos "reservados”, con sillones y mesitas, para una suerte de "intimidad” de las parejas, o bien para sentarse con amigos en torno a las mesas y compartir alguna botella de champagne o simplemente un trago. Antes de estos "reservados” se utilizaban mesas más grandes con sillas, tipo confitería, que luego fueron dejándole paso a los sillones para dos, con mesas más pequeñas. El último boliche que tuvo las mesas grandes con sillas, antes de aggiornarse, fue Rimini.

Llegaron los "lentos”
Una de las particularidades de la noche aquella, era cuando pasadas las 4 de la madrugada llegaban los "lentos”, lo que era un clásico de la noche en todos los boliches. A partir de ese momento se apaciguaban los frenéticos juegos de luces para quedar una sola luz tenue y la música suave para "bailar pegados”, como dice la letra del tema de Sergio Dalma. Ese momento era un punto de inflexión en la noche, porque allí la pista quedaba bastante raleada, porque sólo continuaban las parejas, o algún afortunado que había logrado algún acercamiento especial con alguna señorita que aceptaba bailar algún lento.
Generalmente con la llegada de los lentos el boliche empezaba a despejarse bastante, porque muchos decidían ponerle fin a la noche, al menos en ese lugar, agolpándose en el guardarropas para retirar sus abrigos y luego irse, o también estaban quienes aprovechaban el momento de los lentos para charlar entre amigos, o bien alguna señorita aceptaba la invitación  de un caballero para charlar en los "reservados”, tal vez con la posibilidad de retirarse juntos del boliche cuando finalizaba la noche.

Fiestas para recordar
A lo largo del tiempo, las discotecas que más perduraron en el tiempo, se fueron caracterizando o destacando por distintas particularidades, por ejemplo Itá siempre fue un boliche de realizar diferentes fiestas, las del aniversario, con la tradicional torta, además de distintas bebidas que auspiciaban diferentes noches, con regalos y sorteos; la presentación de muchos artistas y cantantes de renombre, pero también eran un clásico en la "casa de piedra” las elecciones de la reina de Necochea, como también la elección de la Chica Hola Verano, todas con excelentes organizaciones del matrimonio Perazzo.
Durante el verano a los artistas que venían a Necochea a presentar sus obras en los diferentes teatros locales, era muy común verlos por la noche en los distintos boliches de la Villa Díaz Vélez, adonde concurrían luego de la función.
La movida nocturna en Necochea, un "mundo distinto”, que con el correr del tiempo tuvo a distintos locales y personajes que marcaron el rumbo y que escribieron parte de la historia de la diversión, el esparcimiento y los buenos momentos. Epocas de juventud de distintas generaciones que quedaron guardadas en el recuerdo.fte///ed
 

3 comentarios:

  1. Lokos lo inauguramos el 28 de Noviembre de 1968. Luis Contardo de Cordoba, Floreal Alberto Alonso de BS AS y yo Roberto García de Bariloche. Hasta ese momento el único abierto todo el año era Liguria, Rimini abría solo en temporada de verano.

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  3. Hicimos garndes amigos en Necochea.
    Recuerdo los habitués de Lokos desde sus inauguración, Los hnos Muguerza, Noldo Herfurt, Héctor Salanueva, Titi Percario, el Bebe Aldamis,Yayo Martitegui,Marcelo Roo, Cachalote Rasmusen, Ricardito Ragio, Willy Igancio, Arturito Gutierrez, Fernando Moreira.
    Luego los más jovenes en esa época 18 años Roli Borelli, Chiche Sters, El vasco Aguirregomezcorta, el Gallego Fernandez, el Negro Comas y tantos otros.
    Linda época.

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