Rodolo García, el baterista de Almendra, armó una serie de shows en el Centro Cultural Padre Mugica con mitos vivientes de la talla de Moris, Javier Martínez, “Vox Dei”, Ricardo Soulé y “Alma y vida”, entre otros.
Comenzó ayer en el Centro Cultural Padre Mugica, de Banfield, con la actuación de "Alambre"
González. Sigue hoy con Javier Martínez. La semana que viene estarán Miguel Cantilo y "Vox Dei". Es sólo el comienzo del ciclo que reúne a los grandes del rock. Y quien mootirizó este encuentro de grandes no es otro que Rodolfo García.
Su nombre es sinónimo de rock argentino, de pionero y de calidad musical a lo largo de cincuenta años de carrera. Rodolfo García, baterista de “Almendra” y “Aquelarre”, es un artista cuya ductilidad le permitió tocar desde folclore con “Los Carabajal”, pasando por el rock duro de Pappo hasta el jazz-rock de “Tantor” o el tango moderno de Luis Borda, sólo por nombrar algunos de los tantos músicos que lo convocan.
Su otra faceta, no menos creativa, tiene que ver con la producción y armado de ciclos o eventos musicales. Desde cultura de la provincia o nacional, o la actividad privada lleva hecho un largo camino que hoy lo lleva al “Centro Cultural Padre Mugica” de Banfield para hacerse cargo de su dirección artística. Y como primera propuesta de su mano llegarán, desde mañana y durante todo abril, los grandes mitos del rock nacional.
Después de cinco años revitalizando el más puro rock argentino en el mítico “Bar La Perla”, García llega al Sur trayendo una programación de inusual calidad y a precios populares. Sentado en la flamante batería alemana que armó con el entusiasmo de un adolescente en el escenario del Centro, dice: “Que se creen espacios para los músicos es clave. En especial, para los de mi generación, que son los que más dificultades tienen para mostrarse porque hay pocos lugares con ese perfil”. El auditorio principal “Patria Grande”, con 300 butacas y luces y sonido de calidad, es un lugar cálido y con buena acústica para realizar conciertos. Además, linda con un restorán del mismo centro donde también los precios son populares. “Los músicos que crearon el rock argentino siguen activos y creativos. Después de la experiencia de ‘La Perla’, esto es un poco trasladar ese concepto acá pero en una sala que tiene todo lo necesario”, dice. El primer mes será plenamente para el rock nacional, pero en los meses siguientes también habrá lugar para ciclos de música popular de calidad que incluya todos los géneros. En mayo habrá un ciclo de tango.
–¿Cómo te sentís trayendo a los históricos al Sur?
–Me siento cumpliendo un sueño porque es replicar en otros lugares mi idea de generar un encuentro artístico y laboral con músicos que siguen dando lo mejor.
–¿También con la idea de generar un intercambio generacional?
La pata que faltaba a esta mesa de míticos artistas es Emilio Del Guercio, compañero de Rodolfo en “Almendra” y “Aquelarre” y con un rica carrera solista. “Es muy importante que Rodolfo continúe con el trabajo que dasarrolló en ‘La Perla’, que es reunir en un ciclo permanente y rotativo a una gran cantidad de músicos de la primera etapa del rock. Y hacerlo en el Sur permite acercar toda esta música a la gente que no puede llegar a la Capital. La música es un bien de consumo espiritual que abarca toda la vida. Los músicos pioneros de nuestro rock no somos piezas de museo, ya que la mayoría seguimos creciendo musicalmente”, concluye mientras Rodolfo ríe y no puede contenerse: se sube al escenario y vuelve a tocar su flamante batería.
– Sí, totalmente. Esto es un polo para que se dé ese intercambio entre los más veteranos y los jóvenes. Y habrá lugar para que los grupos más significativos puedan ser teloneros de los históricos.
Willy Quiroga, mítico integrante de Vox Dei, también estará en el ciclo. “Lo nuestro es una especie de docencia que haremos con las bandas pioneras. Esto no nació por generación espontánea. Los medios se quedan con lo último. Las propuestas anteriores se van cayendo y hay que mantenerlas latentes. La zona Sur y la Oeste son las más rockeras y bancamos la idea de Rodolfo de hacer un circuito”, cuenta.
Miguel Cantilo llega unos minutos después y sonríe contento al ver la sala. “Todo ciclo de música en vivo que salga de los parámetros comerciales que vienen empobreciendo la cultura rock argentina y enriqueciendo ‘mercachifles’ es muy celebrado y agradecido por quienes no participamos de los mega recitales. Esto es un resarcimiento cultural y tiene un contenido y un propósito histórico”, cuenta
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